El tratamiento de una lesión de meniscos va a variar dependiendo de la extensión y localización del desgarro. Si el desgarro es pequeño y el dolor y los otros síntomas son menores, puede ser suficiente un tratamiento a base de terapia física y ejercicios de fuerza.
Para desgarros mayores la cirugía de rodilla es generalmente lo recomendado, generalmente se realiza por artroscopia osea por cámaras. La recuperación y terapia inicia justo después de la cirugía, pero puede tardar meses en ser nuevamente funcional y en algunas ocasiones puede no lograrse mejoría total. La incapacidad irá hasta que pueda apoyar la pierna y caminar con ayuda de bastón.