Inicialmente un manejo conservador no quirúrgico solo se aplica a las roturas de menisco grado I y II, las lesiones meniscales grado III y IV en su gran mayoría son siempre quirúrgicas por lo general por vía artroscopica, sin embargo se debe correlacionar los antecedentes del paciente, el examen físico, la funcionalidad de este para tomar una decisión.