Debe estimularle el intestino con masajes abdominales de forma circular, para que el intestino comience a moverse y haga la deposición ayudada con el pujo. Otra maniobra es hacerle estimulación cerca al recto, pero debe abstenerse de hacerlo si no ha visto o no le han enseñado cómo se hace. En caso de persistir la molestia, sería necesario acudir por cita prioritaria ya que es probable que requiera tratamiento farmacológico.