Si la tiroides no está funcionando bien puede haber hipotirodismo, en el cual se presenta fatiga, estreñimiento, bradicardia, aumento de peso e intolerancia al frío. Si hay hipertiroidismo se presenta taquicardia, diarrea, agitación, intolerancia al calor y pérdida de peso.
Para diagnosticar cualquiera de las 2 condiciones es necesario hacer un perfil tiroideo que incluya TSH y T4 libre, ambos se hacen en sangre.