Es habitual que tras la aplicación del Jadelle se presenten náuseas y migrañas debido al incremento en los niveles hormonales. Usualmente esto disminuye rápidamente y deja de ser molesto.
Sin embargo si los síntomas son muy intensos o han pasado varios días desde la colocación y no disminuyen, habría que acudir al médico no tanto para quitar uno y dejar el otro, sino para valorar el cambio de anticonceptivo.