El consumo de agua depende de muchos factores como la edad, la relación de la estatura con el peso, las actividades diarias que se realicen, la temperatura y humedad del lugar en donde vivimos, etc. Como regla general es importante incrementar el agua que ya tomaba en 300 a 500 ml, es decir 1 o 2 vasos más de los que ya consumía.
Sin embargo debe prestar especial atención al sudor y principalmente la orina. Si sale muy amarilla, hay que tomar más agua; si sale muy clarita entonces va por buen camino.
Recuerde que durante el embarazo orinará más frecuentemente, pero eso no significa que deba tomar menos agua.