Las consecuencias para la salud de esta práctica pueden graves. Toda la alteración que se produce al interrumpir el ciclo de sueño/vigila normal sumado al aumento de hormonas como el Cortisol y la Noradrenalina por el estrés constante que supone esta actividad pueden redundar en daño cardiovascular, hipertensión, infarto del miocardio, crisis de ansiedad, entre otras.