Durante de la transición de la vigilia al sueño ocurren procesos cerebrales que permiten suspender ciertas actividades y dejar el cuerpo en un estado de reposo. Cuando este proceso se interrumpe de manera brusca se pueden experimentar síntomas angustiantes como los que describe.
Esta interrupción puede ser producto de estados producidos por ingesta copiosa de alimentos antes de dormir, entrenamiento físico exhaustivo, ansiedad emocional, dormir con el televisor prendido, entre otras.
Procure tener buenas prácticas de sueño evitando estos desencadentes para gozar de un mejor descanso.