Las perlas de leche se refieren a lesiones blanquecinas secundarias a la obstrucción de los conductos galactóforos, de origen traumático o infeccioso. Suelen manejarse con calor local y manteniendo la lactancia materna para favorecer la desobstrucción. En algunos casos son de origen infeccioso y puede ser necesario el uso de antibiótico, recetado por el médico.