La única forma de que un embarazo ocurra es mediante la unión de un espermatozoide y un óvulo. Esto ocurre tradicionalmente cuando un hombre penetra a una mujer y eyacula en su interior liberando millones de espermatozoides que buscarán al óvulo producido por la mujer durante sus días fértiles.
Existe riesgo de embarazo mediante prácticas que involucren la penetración por la presencia (aunque menor) de espermatozoides, los conductos urogenitales y demás fluidos masculinos como el líquido preseminal. Si bien el riesgo no es muy elevado, ante la eyaculación en los genitales externos puede haber algún riesgo si los espermatozoides entran en contacto con la vagina. Los roces, el sexo oral, el sexo anal y la masturbación no constituyen un riesgo de embarazo. Recuerde el uso de preservativo durante las relaciones sexuales para prevenir enfermedades y disminuir el riesgo de embarazo.
Asista a consulta para iniciar un esquema de planificación apropiado y evitar embarazos no planificados.