Puede tratarse de secreción vaginal normal cuyo aspecto y consistencia puede estar influenciada por las hormonas y los cambios propios de los niveles de esta durante el ciclo menstrual. Ahora bien, debe tener presente también que si el flujo tiene un color que considere extraño, presenta mal olor o le genera alguna molestia, puede ser un flujo infeccioso y entonces necesitaría tratamiento.
Signos de infección pueden ser: mal olor, presencia de grumos, coloración amarillenta o gris, picor, ardor, irritación vulvo-vaginal, entre otros.