El tiempo entre una crisis miasténica y otra puede variar de acuerdo al grado de movilidad, esfuerzo o actividad física de la persona y la producción de auto-anticuerpos en dicho momento. La suspensión de los medicamentos sin supervisión médica constituye un riesgo no solo de progresión sino de complicación de la enfermedad. La Miastenia gravis es de origen autoinmune, no es una enfermedad curable pero sí manejable. En algunos casos el manejo quirúrgico representa una disminución marcada de los síntomas o recaídas. Continúen el manejo médico establecido y los correspondientes controles.