Científicamente no está probado que exista un método que lo pueda cambiar, la única manera que ocurre es cuando uno va envejeciendo: el color se vuelve más tenue. Al igual que al nacer los bebés pueden tener los ojos claros pero a medida que pasa la edad se oscurecen. Pero es porque el color está dado por un componente que tenemos llamado melanina y al nacer no ha alcanzado su máxima concentración.