Efectivamente los períodos de ventana para la detección de la infección con la prueba de ELISA han cambiado con la aparición de las nuevas tecnologías. Las primeras pruebas desarrolladas en los años 80 contaban con un período de ventana de 3 - 6 meses, los ELISA de tercera generación cuentan con un período de 4 - 6 semanas y en los de cuarta generación este período se ha reducido a 15 - 18 días debido a que estas últimas detectan directamente el antígeno viral y no el anticuerpo como los de tercera generación.
Las distintas recomendaciones que encuentra se deben a costumbres de práctica clínica ante la perpetuación de conductas de riesgo por parte de los pacientes, por lo que se indican controles periódicos para generar conciencia acerca de los riesgos de la infección.