Despertarse con una rodilla húmeda no es un signo claro o típico de una enfermedad grave por la cual deba preocuparse. Probablemente sea una alteración en la respuesta automática de su cuerpo en esa región, con producción excesiva de sudoración allí.
Si el síntoma es totalmente aislado, sin que usted sienta nada más, no es algo que requiera estudios complementarios. Por el contrario, si usted empieza a identificar nuevos síntomas debe acudir a su médico para realizar otros estudios.