Si no hay ninguna otra sintomatología, además de la presencia de secreción nasal (es decir no hay fiebre, ni tos, ni dolor de cabeza) puede tratarse de rinitis, sobre todo si en su familia la gente tiene predisposición de enfermedades alérgicas: asma, rinitis o dermatitis.
Puede tomar antihistamínico para controlar los síntomas. De persistir estos, debe acudir a cita con su médico de cabecera.