Para conocer la severidad de una enfermedad y cuál es su pronóstico es indispensable saber todos los detalles de la historia clínica, los diagnósticos precisos y especialmente la evaluación de neurodesarrollo actual. De otra manera sería especular y dar una información incorrecta.
También es muy importante que tenga en cuenta que ningún pronóstico es definitivo, no es una sentencia de que su hija no podrá alcanzar ciertos niveles de desarrollo. El pronóstico es individual y en gran medida estará determinado por el apoyo que tenga la niña en su proceso de recuperación, tal como lo comenta con el retraso psicomotor.
Mi recomendación es que hable claramente con el neurólogo y pediatra tratantes y les haga todas las preguntas que tiene, pues son ellos -de primera mano- quienes conocen la enfermedad de su hija.