La saturación de oxígeno normal en general está por encima de 90% pero para los neonatos es un poco diferente. Si se encuentra completamente normal debería ser por encima de 95%.
Además de la saturación de oxígeno hay que tener en cuenta otros signos que digan que está respirando de manera normal, como que no tenga aleteo nasal, no hundimiento de costillas, no se ponga azul o rojo, no respire más rápido o más profundo.