No hay un método 100% seguro, sin embargo la combinación de algunos de ellos (por ejemplo condón y anticonceptivos orales) aumenta la eficacia y disminuye el riesgo de embarazos no planeados. Los anticonceptivos orales con microdosis son ideales, sin embargo se debe ser muy disciplinada con su uso y tomarlos todos los días para evitar fallas o disminución en su eficacia. Las inyecciones mensuales o trimestrales son buenas opciones para quienes no tienen la disciplina de tomar a diario la pastilla. Si lo que se desea es un anticonceptivo de larga duración, existen el Mirena (T hormonal) y el Jadelle (dispositivo subdérmico) que duran mínimo 5 años. Si, por el contrario, no se desea usar un método hormonal lo indicado es el preservativo que es el único que adicionalmente protege contra las infecciones o enfermedades de transmisión sexual. Los métodos definitivos sólo se recomiendan a las personas que ya tienen una maternidad/paternidad satisfecha.