Las quemaduras de primer grado se caracterizan por ser superficiales, presentar enrojecimiento del área afectada sin presencia de ampollas o exudado (líquido) y dolor. Son causadas, por lo general, por el sol o fogonazos menores.
Las quemaduras de segundo grado se dividen en 2 tipos: superficiales y profundas. Las superficiales presentan aparición de ampollas, inflamación, color rojo brillante acompañado de sensación dolorosa. Las profundas presentan disminución de la sensación dolorosa por afectación nerviosa, color rojo oscuro, blanco o amarillo y puede haber o no presencia de ampollas. El mecanismo de estas 2 quemaduras se da por líquidos calientes, fogonazos, llamas o químicos diluidos.
Las quemaduras de tercer grado presentan una coloración blanca acartonada o carbonizada. Se caracterizan por presentar ausencia de dolor por daño nervioso o daño vascular. Sus mecanismos pueden ser: llamas, choques eléctricos o exposición a sustancias químicas concentradas. Estas siempre requerirán manejo quirúrgico.