Si la tristeza y la ansiedad impactan en el desarrollo de las actividades cotidianas de manera significativa o si la causa de dicha tristeza es de origen desconocido o se acompaña de pensamientos de muerte, es recomendable la valoración por un profesional de la salud mental. Adicionalmente, se puede buscar apoyo de seres queridos para comentar la situación y encontrar consuelo en ellos. Si en cualquier momento la tristeza se torna agobiante o se asocia a otros de los signos de alarma mencionados se puede consultar por urgencias.