No hay un medicamento realmente comprobado que actúe sobre la capacidad de concentración y la memoria, esas son funciones cerebrales superiores que están más bajo el control actitudinal que bajo el control farmacológico, es decir, se debe trabajar más sobre el ambiente de trabajo y/o estudio, y sobre la conducta, evitando distractores y factores tóxicos para la concentración, la práctica de actividades como los ejercicios mentales (hay de diversos tipos) pueden ayudar.