El consumo de cigarrillo y alcohol durante el embarazo, se asocia a malformaciones fetales, alteraciones neurológicas y ésto a enfermedades crónicas en el bebé. El riesgo aumenta en la medida que se prologó esta exposición durante el embarazo. Se recomienda que si una mujer quiere quedar en embarazo, por lo menos suspenda 6 meses antes el consumo de cigarrillo y restrinja el consumo de alcohol.