Las pruebas de embarazo en orina tienen una alta confiabilidad, sin embargo, la recomendación es hacerla dos semanas después de la relación sexual o cuando se presente un retraso en el ciclo menstrual con la primera orina de la mañana, para que la medición y los niveles de la hormona beta-hCG (hormona que detectan estas pruebas) sean fiables.