No es habitual que al palpar un nevo (lunar) duela, pues son pequeñas formaciones oscuras de la piel. Algunos de ellos por sus características verrugosas, pueden generar dolor al lastimarlos, pero suele pasar con el tiempo. Si el lunar que se presenta es nuevo, ha ido aumentando de tamaño, coloración o persiste el dolor con la movilización, se recomienda que se consulte con un dermatólogo para que se determine si es una lesión benigna o si debería ser extraído.