Lo primero y más importante es acudir a todos los controles prenatales, ser muy juiciosa con la toma de exámenes y reclamar los resultados para archivarlos (preferiblemente de manera cronológica) en la carpeta de controles, tomar los micronutrientes, llevar una dieta saludable, realizar ejercicio y el curso para la atención del trabajo de parto. Se considera que estos son los puntos más importantes.