En efecto, el trastorno de ansiedad generalizada puede afectar las sensaciones y el deseo sexual; sin embargo, la sensación que se describe es algo atípica pues en general, la mayor parte de las afectaciones consisten en disminución de la sensibilidad o molestias con las relaciones sexuales. Sería prudente descartar una afectación orgánica o aparición de lesiones en la zona con el fin de descartar una patología intervenible.