La ansiedad generalizada puede provocar síntomas como irritabilidad, dificultad para conciliar el sueño, aumento de la tensión muscular, aumento del estrés, entre otros. En ocasiones los pacientes pueden llegar a somatizar y a llegar a tener síntomas como mareos, sudoración, palpitaciones y en algunos casos alucinaciones auditivas.
Si los síntomas que está presentando aumentan de intensidad o empiezan a afectar su vida cotidiana consulte a su médico para iniciar tratamiento.