La presión arterial puede descender por múltiples razones, entre las que se encuentran: Depleción del volumen intravascular, respuesta parasimpática exagerada (por cambios de postura, toxinas, etc). En algunos casos obedece a hiperreactividad del ganglio carotídeo o cardiovasculares. Es importante la evaluación presencial de forma que se puedan elegir los exámenes complementarios pertinentes; sin embargo, en la mayoría de los casos se resuelve con una actividad física regular y adecuada alimentación.