El prurito (rasquiña) anal puede ser causado por múltiples condiciones como: Alteraciones dermatológicas (de la piel), Hemorroides, hábitos de aseo (lavado excesivo o insuficiente), infecciones (ej. parásitos intestinales, enfermedades de transmisión sexual, hongos, etc.), productos irritantes, diarrea, entre otros. Se recomienda asistir con el médico tratante para que se pueda hacer un diagnóstico preciso y así poder ofrecer el tratamiento adecuado. Hasta entonces se recomienda una adecuada higiene de la zona anal, evitando productos perfumados, evitar el rascado, evitar manipulación excesiva de esta zona y además una adecuada hidratación y una dieta rica en fibra.