Dependiendo del tipo y duración de la agresión, estas pueden tener una leve regeneración. Sin embargo, muchas veces quedan zonas donde la mucosa no se regenera, desapareciendo los pliegues y glándulas característicos. Esto recibe el nombre de gastritis atrófica, lo cual es una zona en la que por una agresión constante y repetida la mucosa gástrica sufre un cambio irreversible.