Hidrátelos muy bien, es decir, deles abundante agua potable, y si los ve que empeoran, llévelos a consultar.
Darle instrucciones de manejo sin revisar a los bebés sería antiético. Es mejor siempre llevarlos a consultar cuando hay dudas, pues a veces una gripa termina siendo una neumonía, por lo que es mejor no correr riesgos.