La materia fecal puede tener diferentes espectros de colores y olores que pueden ser considerados dentro de la normalidad, depende mucho de los alimentos consumidos, alcohol, sin embargo, cuando ocurren cambios muy evidentes y persistentes tanto en la apariencia como en el olor, se deben descartar enfermedades intestinales que pueden ir desde simples cuadros infecciosos, hasta afecciones graves.