El trabajo que se realiza frente a los ordenadores, o lo que se conoce de forma general pantallas de visualización de datos, implica el gasto de hasta un tercio de la energía en el cerebro mediante el sistema visual. El mal uso de estas pantallas lleva a alteraciones relacionadas principalmente a un ambiente inadecuado y a problemas visuales previos. Por lo tanto, se deben tomar medidas preventivas para evitar alteraciones relacionadas con el mal uso de estas pantallas.