En los niños, el hecho de que defequen (hagan “popó”) después de cada comida, si no hay cambios en la consistencia o el color normal de las heces (“popó”), pudiese tratarse de una condición normal conocida como reflejo gastrocólico, en la cual el hecho de consumir alimentos estimula la defecación. Sin embargo, cuando la consistencia de las heces es más blanda o líquida de lo normal y se defeca 3 o más veces en un día, se considera diarrea. En caso de presentar diarrea con sangre, más de 10 diarreas en 24 horas, fiebre, no quiere tomar líquidos, vomita todo, hay que asistir inmediatamente al médico. Los antiparasitarios se recomiendan después de los 12 meses con prescripción médica.