Debes hacer pausas activas, esto quiere decir que cada media hora o cada 45 minutos, tengas un descanso de unos 5 minutos en donde camines, alza los brazos, mira por una ventana el horizonte, haz respiraciones profundas, suelta los brazos y las piernas, etc., y vuelve al escritorio. De esta manera tu cerebro, ojos, brazos, etc., descansan y se preparan para el tiempo de trabajo intelectual. Abrazos