La pérdida de la voz también se conoce como Afonía, la cual puede ser temporal o permanente, dependiendo del daño o alteración de las cuerdas vocales. Entre sus causas se encuentran.
- Infecciones respiratorias superiores.
- Laringitis (inflamación de la laringe).
- Trastornos psicológicos.
- Compresión del nervio laríngeo recurrente.
- Deglución de líquidos calientes o cáusticos.
- Nódulos vocales.
- Granuloma de apófisis vocal.
- Quiste de valecula.
- Carcinoma in situ.
- Carcinoma epidermoide.
- Lesión durante tiroidectomía.
- Pericondritis del cricoides.
- Absceso retrofaringeo.
- Irradiación de cuello.
- Intubación endotraqueal.
- Gritar mucho.
- Tétanos.
La pérdida de la voz se puede clasificar de la siguiente forma:
- Funcional: causada por trastornos psicológicos, donde se evidencia que las cuerdas vocales no pueden juntarse o separarse al hablar, pero si lo pueden hacer al toser.
- Orgánica: secundaria a trastornos orgánicos, en los cuales en la mayoría de los casos ocurre daño al nervio laríngeo recurrente, debido a cirugías o tumores.
- Traumática: producto de la intubación orotraqueal o tiroidectomía.
- Audífona: producto de alteraciones y déficits auditivos.
El tratamiento esta orientado de acuerdo a la causa y por lo general suele incluir terapia foniatrica y manejo psicológico.
Debe acudir al servicio de urgencias cuando además de la pérdida de la voz presente:
- Dificultad para respirar.
- Dolor de garganta.
- Imposibilidad para tragar.