Procedimiento a través del cual se visualizan las fosas nasales mediante un espéculo (instrumento que permite dilatar las cavidades), con el fin de evaluar:
Con el paciente sentado, con el cuello levemente extendido, se coloca una fuente de luz a la altura de la cara y posteriormente se introduce lentamente el espéculo (rinoscopio) en la fosa nasal y se evalúan las diferentes estructuras anatómicas. Se repite el procedimiento de la misma manera en la otra fosa nasal.
No se requiere de una preparación especial.
La introducción del rinoscopio puede generar una sensación de incomodidad al tratarse de un cuerpo extraño. Sin embargo, no se siente dolor.