La radioterapia se define como el uso de rayos especializados de alta energía, que atacan de manera localizada las células cancerígenas, dañando sus componentes para que muera y no se pueda reproducir.
Continuamente nuestro cuerpo se encuentra expuesto a rayos de diferente naturaleza del ambiente y que generan diferentes tipos de energía, por ejemplo, el sol tiene rayos UV que cantidades moderadas no nos afectan; con el avance de la tecnología se descubrieron los rayos X, que emiten energía electromagnética que puede ser usada para crear imágenes por ejemplo en una radiografía, sin embargo, a dosis muchísimas más altas, inducen cambios en las células, que generan su destrucción, por lo que se aplica con utilidad en enfermedades como en cáncer, donde el problema principal es que existe una proliferación descontrolada de células.
Este tipo de terapia tiene la característica de ser un tratamiento local o locorregional, limitando al máximo la zona expuesta a los rayos, es decir, se aplica solamente donde existe la lesión que se quiere eliminar, porque si no pudiera dañar otras partes sanas del cuerpo; sin embargo, las células sanas son más resistentes contra los rayos que las anormales (correspondientes a un tumor).
Existen varios tipos de radioterapia, dependiendo del momento en el que se aplican:
La radioterapia se realiza en unas unidades especiales llamadas "bunker", con instrumentos que emiten radiación de manera muy precisa. Existen dos tipos de radioterapia:
Las sesiones varían de 20 a 30 minutos, sin embargo, la mayor parte de tiempo se invierte en la calibración exacta de la máquina.
Previo a la radioterapia se deben realizar estudios imagenológicos minuciosos para determinar la localización exacta del tumor a tratar.
Dependiendo del tipo de radioterapia que se vaya a utilizar, pudiera ser necesario que realicen unas marcas en tu piel para determinar el sitio preciso al cual se dirigirán los rayos, o bien se deba elaborar una máscara, en caso que sea la región facial, para delimitar la zona lo mejor posible.
Durante el procedimiento el paciente no sentirá nada, es similar a tomarse una radiografía.
Después del procedimiento el paciente puede presentar:
Es aconsejable guardar reposo durante un par de horas, posterior al procedimiento.