La plasmaféresis se define como la técnica o procedimiento terapéutico de depuración sanguínea extracopórea, la cual consiste en la extracción de un volumen determinado de plasma (2 a 5 litros), cuya finalizad es eliminar o remover partículas de gran peso molecular, patógenos o de disminuir la tasa de inmunocomplejos circulantes u otros componentes presentes en el plasma que intervienen en la respuesta inmune patológica y que son considerados responsables de una enfermedad o bien de sus manifestaciones clínicas. La remoción selectiva de plasma debe ser reemplazada por plasma normal o coloide adecuado. Existen dos tipos de técnicas: - Aféresis por centrifugación: puede ser por medio de dispositivos manuales o mecánicos donde las células sanguíneas son separadas con base en su densidad, de tal forma que al centrifugar la sangre los elementos celulares se van hacia la periferia y el plasma ocupa la parte central de la centrífuga o campana de donde puede ser evacuado, retornandolo luego al paciente previa redilución y calentamiento. Este es el método usado en los bancos de sangre y tiene la ventaja de que permite la citoféresis, donde el grupo celular de interés puede ser retirado del paciente con fines terapéuticos o para donaciones posteriores. - Aféresis por filtración transmembrana: se basa en la utilización de membranas de alta permeabilidad por el gran tamaño de sus poros, lo cual, permite que todo el plasma y sus moléculas sea filtrado a su paso, reteniéndose sólo el componente celular. Tiene la desventaja de que no permite la citoféresis, requiere la implantación de un catéter venoso central y anticoagulación con heparina. Ambas técnicas son altamente efectivas y su elección depende de las necesidades de cada paciente.
Durante la plasmaféresis, inicialmente se extrae sangre mediante el uso de agujas de calibre grande de las venas de las extremidades (normalmente los brazos) o un catéter implantado en las venas grandes del cuello (vena interna yugular), el pecho (vena subclavia o vena axilar) o la ingle (vena femoral). Si se utiliza un catéter, se debe insertar bajo anestesia local o sedación ligera previas. El catéter Hickman es el tipo de catéter que se elige con más frecuencia para este propósito. Durante el procedimiento de la plasmaféresis se utilizan medicamentos para evitar que la sangre se coagule (anticoagulantes) fuera del cuerpo. Se separa el plasma de los demás componentes sanguíneos mediante uno de tres métodos: - Centrifugación de flujo continuo: se utilizan dos vías venosas. Este método requiere un volumen sanguíneo ligeramente menor fuera del cuerpo en cualquier momento que la centrifugación de flujo discontinuo, ya que puede extender continuamente el plasma. Este es el método que se utiliza hoy en día con más frecuencia. - Centrifugación de flujo discontinuo: se requiere una vía venosa. Por lo general, se extrae un lote de sangre de 300 mL a la vez y se centrifuga para separar el plasma de las células sanguíneas. - Filtración de plasma: se utilizan dos vías venosas. El plasma se filtra utilizando equipos estándar de hemodiálisis. Una vez que se extrae el plasma, se devuelve al paciente la sangre restante junto con un reemplazo del plasma, como albúmina o una combinación de albúmina y solución salina. Durante el curso de una sesión, se pueden extraer tres a cuatro litros de plasma. Una sola sesión de plasmaféresis puede ser efectiva, aunque es más común tener varias sesiones durante el curso de una o dos semanas.
- Hidratarse apropiadamente previo al procedimiento. - Llevar ropa cómoda. - Consumir alimentos livianos previo al procedimiento.
Normalmente no se presenta ninguna molestia.
Puede percibir dolor de leve intensidad donde se coloco la vía y en algunos casos la formación de un hematoma.