La alveolitis seca es la complicación postoperatoria más frecuente como resultado de la alteración en la cicatrización de la herida alveolar después de una extracción dental.
Esta patología se caracteriza principalmente por dolor, el cual suele iniciar entre 3 y 5 días después de la extracción quirúrgica y va en progresivo aumento conforme pasan los días y los analgésicos no logran aliviarlo.
La patogénesis del alvéolo seco es aún objeto de debate y se encuentra dividida en 2 teorías:
La importancia de la presencia del coágulo sanguíneo radica en que funciona como capa protectora sobre el hueso y las terminaciones nerviosas de la cavidad dental vacía. También proporciona la base para el crecimiento de un hueso nuevo y para el desarrollo de tejido blando sobre el coágulo.
La exposición del hueso y los nervios ocultos provocan dolor intenso, no solo en la cavidad sino también a lo largo de los nervios que se extienden hacia el costado del rostro. La cavidad se inflama y puede llenarse de restos alimenticios, lo cual puede contribuir a la presencia de dolor.
En base a ello, la alveolitis seca, se puede clasificar en:
Se requiere de un manejo específico por parte del médico, ya que los analgésicos de venta libre no suelen ser útiles.