Cirugía para Fractura de Cadera

La cirugía de fractura de cadera se realiza para reparar una ruptura en la parte superior del hueso del muslo, llamado fémur, que es el principal afectado en este tipo de fracturas.

El tipo de cirugía que se debe realizar depende del tipo de fractura. Si es en el cuello del fémur se puede implantar clavos en la cadera. En este procedimiento el ortopedista puede tardar entre 2- 4 horas, el paciente ingresa a la sala de cirugía, es colocado sobre la mesa de procedimiento, se acuesta en ella, se procede a aplicar la anestesia según lo que determine el anestesiólogo (regional raquídea o general), la sala tiene máquinas de rayos x que permiten al especialista verificar los clavos de metal que irá colocando para acomodar el hueso y arreglar la fractura. La incisión que se realiza en este procedimiento se ubica en el costado del muslo, puede ser de 10 cm o más dependiendo de lo que el cirujano necesite. Para una fractura intertrocantérea (la zona por debajo del cuello del fémur), el cirujano usará una placa de metal y tornillos de compresión especiales para repararla. La persona será acomodada en la sala de cirugía sobre una mesa especial que permite la toma de rayos x, pues estos son necesarios para visualizar el hueso y las placas que se van colocando para alinear el hueso roto. La incisión también es en el costado del muslo con promedio de 10 cm de longitud, la placa que une el hueso roto tendrá tornillos adheridos. El procedimiento dura entre 2-4 horas. Si se requiere, el cirujano ortopedista podría reemplazar la parte de la cabeza del fémur, si el caso lo amerita, esto se llama hemiartroplastía.

Se requiere ayuno de 8 horas. Estudios prequirúrgicos solicitados por el especialista en anestesiológia: Hematología, examen de orina, pruebas de coagulación, electrocardiograma, entre otros.

El procedimiento es bajo anestesia general por lo que no sentirá dolor ni percibirá la manipulación del médico durante el procedimiento. Si el procedimiento es bajo anestesia raquídea, el medicamento anestésico se aplica en la espalda puncionando sobre la columna, lo que genera que se pierda la sensibilidad de la cintura para abajo, pero el paciente podrá percibir lo que sucede en la sala de cirugía. Para que esté tranquilo, lo pueden sedar.

En el post operatorio inmediato se espera reacciones a la anestesia como frío, mareos, nauseas, vómitos, y dolor de intensidad variable. Al salir del procedimiento estará inmovilizada la pierna operada, se debe mantener reposo en hospitalización mientras pasa el período de recuperación y luego se da de alta con la inmovilización, reposo, indicación de medicamentos anticoagulantes y cita de control.