Condición en el que la persona realiza movimientos sin un propósito específico de manera descontrolada (estado de hiperactividad física y mental), por ejemplo: caminar rápidamente de un lado a otro, quitarse y ponerse la ropa repetidamente, movimientos continuos de las manos o lengua.
Estos movimientos van acompañados por tensión y un estado mental descontrolado. La intensidad puede variar desde movimientos sutiles hasta movimientos violentos que pueden poner en peligro la vida de la persona y de quienes están presentes.
Es una urgencia, y más si si trata de una paciente anciano, con alguna enfermedad de base o enfermedad psiquiátrica.