La hepatitis C es una infección del hígado producida por el virus de la hepatitis C (VHC) el cual se transmite por contacto con sangre contaminada (transfusiones. perforaciones, accidentes laborales de personas del sector de la salud, drogadicción, entre otras), de madre a hijo durante el embarazo o durante las relaciones sexuales sin condón con personas que padezcan la enfermedad.
La infección por hepatitis C causa inflamación del hígado, que progresa a fibrosis, cirrosis y en algunos casos cáncer de hígado. El cuadro clínico de esta infección suele caracterizarse por fatiga, cansancio, sangrado, aparición con facilidad de hematomas, disminución de apetito, ictericia o coloración amarilla de la piel, orina de color oscuro, picazón de la piel, aumento de perímetro abdominal por acumulación del líquido (ascitis), hinchazón en las piernas, aparición de vasos sanguíneos con aspecto similar a una araña, pérdida de peso y en casos graves somnolencia, alteraciones del lenguaje y desorientación.