Los síntomas de embarazo empiezan a presentarse 3 o 4 semanas después de la relación sexual, pero la mayoría de mujeres solo pueden detectarlos más o menos 6 semanas después. Los más comunes son: Ausencia de menstruación, fatiga, aumento de la frecuencia con que orina, dolor de espalda, náusea con o sin vómito, dolor y crecimiento mamario, cólicos similares a los menstruales, alteración del sueño, cambios del estado de ánimo, etc. Es recomendable que si se sospecha de estar embarazada se realice una prueba en sangre 10 días después de la relación sexual.