Dependiendo de la alteración de la tiroides los síntomas varían. Si es por disminución en la función (hipotiroidismo) puede presentar aumento de peso, estreñimiento, caída del cabello, piel seca, uñas frágiles, frío entre otros, y el tratamiento consiste en dar la suplencia hormonal necesaria; si por el contrario es por aumento en la función (hipertiroidismo) puede presentar palpitaciones, ansiedad, calor, sudoración, perdida de peso y el tratamiento dependerá de la severidad del trastorno.
Es importante que tenga en cuenta que los trastornos de la función tiroidea no se curan definitivamente y deben estar en control periódicamente.