En general no existen estudios que demuestren la efectividad de remedios caseros para la disminución del ácido úrico. Pero existe evidencia científica que la dieta limitada en proteínas de origen animal (carnes rojas, embutidos), grasas o fritos y frutos secos (maní, almendras, etc.), consumo de alcohol con cambio por frutas, verduras, hidratación abundante y control de peso sí contribuye para el control.
La elevación excesiva de ácido úrico afecta directamente el riñón que podría empezar con insuficiencia hasta la necesidad de un trasplante o diálisis por daño total.