La sudoración en áreas de poca ventilación -como la zona genital- puede favorecer la aparición de olores fuertes secundarios al crecimiento de microorganismos en la zona. Se recomienda mantener una adecuada higiene personal, con aseo diario y el uso de talcos que ayudan a mantener la zona más seca. Estos pueden constituir una alternativa para algunos pacientes.