Durante la adolescencia se presentan distintos cambios mentales, corporales y hormonales. Esto en conjunto facilita que sea una etapa en la que el individuo conoce y entiende su cuerpo, muchas veces en un aspecto que prefiere mantener en privado, sin ser esto una anormalidad.
La mejor recomendación es mostrarse perceptivo y comprensivo sin generar juicios de valor contra esta persona, igualmente mantener canales de comunicación abiertos para que si lo considera necesario comunique sus dudas y preguntas. Síntomas como la tristeza permanente o la autoagresión ameritarían una valoración médica o psicológica.