Esta compulsión por tomar agua puede causar graves consecuencias con la osmolaridad de la sangre (las presiones de la sangre), además podría estar en relación con otras enfermedades al tratarse este de un síntoma, así como efectos adversos de algunos medicamentos.
Es prioritario que solicite una cita con su médico para que le examine de forma completa y amplíe esta información con los exámenes pertinentes.